Avilés apaga el motor

Esta semana leíamos en los periódicos asturianos la triste noticia de la renuncia de la Escudería Avilesina, organizadora del Rallye de Avilés (antiguo Rallye San Agustín), a la organización del rallye puntuable para el Campeonato de España de Rallyes de asfalto, organizándolo únicamente puntuable para el Campeonato Regional y un nuevo campeonato interprovincial de la cornisa cantábrica.
Al parecer los principales motivos de la renuncia son económicos, debido al escaso apoyo de las instituciones públicas y de las empresas privadas del concejo, y a las altas cuotas que exige la RFEdA por organizar una prueba del Campeonato de España que no son asumibles por la Escudería Avilesina.
Sin duda, esta es una de las peores noticias que le podía pasar a la Villa del Adelantado ya que era la única entidad deportiva avilesina que se mantenía en la elite del deporte español. Antes la dejaron el Real Avilés Industrial, el Villa de Avilés de balonmano y las decenas de secciones deportivas con las que contaba ENSIDESA.
Pero si negativo es para el deporte avilesino también es muy negativo para el turismo y para los hosteleros de Avilés, porque según podíamos leer también esta semana en los periódicos el rallye dejaba mas de 30.000 euros en las pernoctaciones y comidas de los participantes de fuera de Asturias y en los comisarios técnicos de la RFEdA.
Hablando de perjudicados esta claro que los que salen perdiendo con esta decisión son los aficionados al automovilismo, que en Asturias y en toda la cornisa cantábrica se cuentan por miles (posiblemente sea el deporte rey el norte de España), que pierden así la oportunidad de ver otra prueba del Campeonato de España cerca de sus casas.
Esperemos que todos recapaciten y Avilés y Asturias puedan volver a contar con la prueba más segura de todo el campeonato (ese premio le otorga la Federación todos los años) y se puedan volver a ver por las carreteras avilesinas los mejores coches de rallye del momento.

El frío y el calor

Esto es lo que sentí hace dos semanas en una misma semana y en dos partidos de fútbol, el sábado 28 de octubre se me ocurrió ir a Santander con unos amigos a ver el Racing de Santander contra el Valencia C. F, supuestamente dos equipos de primera división y además el Valencia un equipo Champions, pues fue el partido más horroroso al que asistí insitu como espectador.
Un partido sin ritmo, sin ocasiones, y para colmo de lo mal que lo estaban haciendo los dos equipos con una niebla que no nos permitía ver bien la otra parte del campo y nos acompaño durante todo el viaje de regreso a casa.
El resultado final fue de 1-0 para el Racing y lo más destacado fue ver a El Sardinero casi lleno y muy metido en el partido animando a su equipo.
Pues a la semana siguiente de ese partido el sábado 4 de noviembre seguramente estuve en el mejor partido de esta temporada y seguramente de los mejores partidos de fútbol en décadas y eso qué era un partido de segunda división, no fue otro que el Real Sporting de Gijón contra el Cádiz C. F, el marcador, 5-4 para los de casa ya lo dice todo, un partido de los de antes, de los de Di Stéfano, Gento, Puskas, Kubala, Zarra…
Fue un partido espectacular para el aficionado con muchos goles, nervios, muchas oportunidades, jugadas polémicas y para los de casa una gran remontada, y un desastre para los entrenadores (a Oli le costo el puesto en el Cádiz), ya que los dos equipos estuvieron muy mal defensivamente.
Un partido como ese seguramente no lo vuelva a vivir nunca en la vida, y no se si estar contento o triste, contento porque mi corazón no creo que aguante muchos partidos con tanta emoción y triste porque es un partido que pasara a la historia del fútbol, a la historia de los dos equipos y de los aficionados, los que estuvimos ese sábado en El Molinón y los que somos Sportinguistas nunca jamás lo olvidaremos.
Gracias Sporting y gracias Cádiz por hacerme feliz viendo un partido de fútbol, ojala se repita muchas veces.