El frío y el calor

Esto es lo que sentí hace dos semanas en una misma semana y en dos partidos de fútbol, el sábado 28 de octubre se me ocurrió ir a Santander con unos amigos a ver el Racing de Santander contra el Valencia C. F, supuestamente dos equipos de primera división y además el Valencia un equipo Champions, pues fue el partido más horroroso al que asistí insitu como espectador.
Un partido sin ritmo, sin ocasiones, y para colmo de lo mal que lo estaban haciendo los dos equipos con una niebla que no nos permitía ver bien la otra parte del campo y nos acompaño durante todo el viaje de regreso a casa.
El resultado final fue de 1-0 para el Racing y lo más destacado fue ver a El Sardinero casi lleno y muy metido en el partido animando a su equipo.
Pues a la semana siguiente de ese partido el sábado 4 de noviembre seguramente estuve en el mejor partido de esta temporada y seguramente de los mejores partidos de fútbol en décadas y eso qué era un partido de segunda división, no fue otro que el Real Sporting de Gijón contra el Cádiz C. F, el marcador, 5-4 para los de casa ya lo dice todo, un partido de los de antes, de los de Di Stéfano, Gento, Puskas, Kubala, Zarra…
Fue un partido espectacular para el aficionado con muchos goles, nervios, muchas oportunidades, jugadas polémicas y para los de casa una gran remontada, y un desastre para los entrenadores (a Oli le costo el puesto en el Cádiz), ya que los dos equipos estuvieron muy mal defensivamente.
Un partido como ese seguramente no lo vuelva a vivir nunca en la vida, y no se si estar contento o triste, contento porque mi corazón no creo que aguante muchos partidos con tanta emoción y triste porque es un partido que pasara a la historia del fútbol, a la historia de los dos equipos y de los aficionados, los que estuvimos ese sábado en El Molinón y los que somos Sportinguistas nunca jamás lo olvidaremos.
Gracias Sporting y gracias Cádiz por hacerme feliz viendo un partido de fútbol, ojala se repita muchas veces.